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Jorge Enrique Abello

Un buen tipo

Texto: Trina C. Ballesteros Gil

Fotos / Imagenes:

Bogotá es una tierra de gracia que al compás de su gente ha creado una muralla de sólidos y desplegados talentos. La trayectoria de Jorge Enrique Abello es cónsona con las fortalezas histriónicas de este gentilicio.

Su transitar en el mundo de la fama fue primero un atisbo artístico surgido desde pequeño para luego fortalecerse colindando con la actuación, la literatura, el teatro, la producción en las tablas, la comunicación social y mucho más. Desde Miami, este colombiano “rajado” conversó con el equipo de Cosmoguayana Latin Magazine para hablarnos de sus ilusiones concretadas, sus metas por alcanzar y las satisfacciones profesionales y personales que lo han convertido en uno de los actores más cotizados de la pantalla chica latinoamericana. Sin complicaciones ni remilgos Jorge Abello pretende vivir “simplemente como un ser humano” por lo que no se retrae en perfilar un boceto sucinto de su personalidad: una dosis de fuerte temperamento, un rechazo a ciegas de las frases rebuscadas o “de cajón”, una poción a base de tranquilidad, sencillez y una gran pasión por la calidez familiar. “Mi familia es la pieza básica de mi vida, es la felicidad más grande. Soy un hombre hogareño, amo estar con mi hija y con mi esposa”.

Su paso por la universidad le otorgó el título en Comunicador Social para más adelante lograr una especialización como productor de espacios televisivos y como literato, pasión que comparte con su esposa, especialista en este campo. Sin embargo la línea estelar de su currículo personal se selló con la presencia en su vida de Candelaria Abello, su orgullo de tres años.

La marabunta de éxitos en la que se ha convertido la profesión de Abello se inició hace quince años cuando, como por designio divino y aprovechando las oportunidades que se presentan una sola vez en la vida, canjeó su cargo de productor independiente por la de actor. Muchos han sido los papeles que han cobrado vida a través de su talento. Entre ellos destaca el casanova y arriesgado Armando Mendoza de “Betty La Fea”. Sobre esta exitosa tragicomedia señala que “Armando representa un momento muy importante de mi vida. Con ese personaje me gradué como actor. Con él se abrieron muchas oportunidades importantes. Fue ver el mundo de una manera distinta, a través de mi oficio. Betty La Fea, se ha convertido en todo un clásico”. Recientemente Abello da vida, en “Anita no te rajes”, a un ingeniero metrosexual que sucumbe a los encantos de Anita, representada por la mexicana Ivonne Montero. De esta experiencia, a punto de concluir, señala que aprovecha la oportunidad dada “conociendo otras tierras, otras culturas y nuevas formas de trabajar. Ha sido un trabajo diferente, pero agradable”.

Además de dedicarse a su profesión y a su rol de padre y esposo Abello es un devorador de libros y películas. Es un cinéfilo de primera fila y un buen degustador gastronómico. Este deportista a tiempo parcial es un fanático de la vida apacible y sin reveses. Al hablar de sus proyectos futuros señala que hay muchas propuestas por concretar. Sin embargo le gustaría encarnar algún personaje de época o explorar la psicología de un villano. De poder materializar su sueño como director, tendría que abandonar la actuación. Lo que más agradece de este mundo mágico de la televisión es que “me ha dado la oportunidad de comunicarme con mucha gente y muchas culturas a través del mundo, de acercarme a muchos hogares y llevarles un poco de felicidad y alegría. También me ha brindado la posibilidad de llevar la cultura de mi país a muchos sitios”. El lado débil de esta profesión, como en todo oficio, es que “pierdes la intimidad y la tranquilidad. A mí me encanta mirar mucho, observar mucho y ahora no lo puedo hacer tanto. Termino un poquito encerrado porque para poder vivir tranquilamente”.

La máxima aspiración de este exitoso profesional es “ser recordado, sencillamente, como un buen tipo, que divirtió y brindó mucha alegría a la gente”.

Cosmoguayana Latin Magazine Venezuela Mayo 2005