El eterno ‘don Armando’

Jorge Enrique Abello, quien trascendió por su papel en la telenovela ‘Betty, la fea’ —y ahora actúa en ‘Anita, no te rajes’—, habla de lo que es el éxito para él

Cándida Portugués

El Diario La Prensa

19 de marzo de 2005

NUEVA YORK.— “Yo no manejo el éxito, yo no determino qué es un éxito. Ni nadie”, así respondía en entrevista telefónica el actor Jorge Enrique Abello, el eterno “don Armando” de Betty, la fea que ahora da vida al arquitecto Eduardo Contreras en la telenovela Anita, no te rajes, que actualmente se emite de lunes a viernes a las 7:00 p.m. por KVEA Canal 52.

Aunque Anita, no te rajes, según informaciones de la cadena, se ha “vendido bien” y se está emitiendo en Estados Unidos, Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Malasia y Paraguay, no ha podido igualar el sorprendente y abrumador éxito de Betty, la fea.

Abello tuvo que hacer cambios en su pronunciación cuando se mudó a trabajar a Miami.

¿Cómo se asimila un éxito ‘normal’ tras uno tan rotundo como el de ‘Betty, la fea’?

“Es difícil; sin embargo, uno tiene que tener conciencia que todo lo que hace no va a ser un éxito mundial. Es imposible hacerlo. Ningún actor lo hace ni en cine, ni en teatro ni en televisión. Tú puedes tener unas películas buenas, otras que no lo son tanto, otras que son regulares, otras más malas… desafortunadamente terminé entendiendo que yo no manejo el éxito. Lo que sí sabes es que, si cuentas con una empresa seria como es Telemundo, si cuentas con una empresa que está procurando comunicarse con el público hispano en todo EU, que quiere contar historias, que quiere explorar sobre ellas, y que va a hacer un trabajo serio y profundo, pues es seguro que tengas más oportunidades de llegar a algo claro como lo hemos tratado de hacer con la novela de hoy en día. Pero creo que, al principio, si no entiendes eso va a ser frustrante porque el éxito llega cuando él quiere. Y después lo tendrás que agarrar con calma y tomar los trabajos como debe ser. Yo sé que volverá. El caso de Ana pues no es Betty evidentemente. Es un producto diferente pero es un producto con una acogida y con un cariño enorme de parte del público que se ha vendido muy bien además y eso a mí me tiene muy, muy, contento”.

Anita, no te rajes forma parte de una serie de proyectos de Telemundo en los que se lleva a la pantalla no solamente la clásica historia de amores, desamores e intrigas de toda telenovela, sino que se incorporan elementos de la realidad cotidiana de los hispanos en Estados Unidos. Así, Anita es una indocumentada como tantos otros en este país. Si por un lado Telemundo amplía la temática de sus novelas, por otro reduce los acentos. Una directiva de su presidente, James McNamara, ha establecido el uso de un español “neutral”.

¿Cómo ha preparado ese acento ‘neutro’?

“La orden que tuve, que vino directamente de Telemundo, es que mi manera de actuar no debería conservar un acento bogotano, que yo tengo, sino que debería corresponder más a un acento neutro, pero no mexicano. No me están pidiendo que hable como mexicano, me están pidiendo que pronuncie las ‘des’, que por mi extracción bogotana no las pronuncio casi. Las jotas y las ‘ges’ las hacemos muy suaves, se nos van. Y eso crea problemas de dicción y esos problemas de dicción hace que ciertas frases no se entiendan bien. Y no todos hablamos el mismo español, aunque hablemos español, y esa dicción tiene que ser clara para que si una persona está en su casa ya sea de Guatemala, ya sea de México, ya sea de Uruguay, ya sea de donde sea, y no está viendo la televisión sino está haciendo una tarea diferente a la vez que oye televisión, pues pueda entender lo que se está diciendo. Es lo que me han pedido a mí y yo lo he entendido de la mejor manera posible y lo he tratado de hacer. Uno siempre cree que el colombiano es neutro, el bogotano es neutro, pero no, cantamos ciertas cosas y cortamos muchas letras de las palabras. Por ejemplo a mí me costaba mucho decir dorado porque yo digo dorao, y entonces ahí puede establecerse una comunicación”.

Para realizar esta telenovela Abello tuvo que trasladarse con su familia a EU y según contó, la adaptación les ha resultado fácil porque “somos unas personas muy familiares y este es un país que ofrece opciones buenas para compartir en familia. Vivimos muy tranquilos, muy en paz”.

La tranquilidad le resulta necesaria a Abello que trabaja entre cinco y seis días a la semana en jornadas que según indicó pueden comenzar a las 7:00 de la mañana y terminar a las 9:00 de la noche. Aunque las horas de trabajo son largas, Abello remarca que son divertidas y a la pregunta de que contara alguna relató el ataque de risa que tuvieron en medio de una grabación.

“Un compañero se había inyectado un día antes de la grabación un complejo de vitamina B que, según nos dijo, servía para oxigenar el cerebro. Ese día llegó, se equivocó en la escena y nos tocó repetirla. Cuando fuimos a repetirla le dije ‘oye no vuelvas a inyectarte eso porque no te oxigenó el cerebro, eso te está haciendo burbujas en el cerebro’. Y me volví a entrar pero él se quedó con la j… y un ataque de risa y cuando entró a escena venía aguantando la risa y se equivocó una, dos, tres veces… y cada vez que se equivocaba yo me acordaba de lo que le había dicho, de que el remedio no servía para nada y claro yo casi muero de la risa. [Nos] tocó parar la grabación, el director se puso bravo…

¿En qué proyectos está trabajando ahora?

“Tengo varios pero no son compatibles, así es que me tocará elegir”.

Abello tuvo que hacer cambios en su pronunciación cuando se mudó a trabajar a Miami.

La Opinión Digital 19 Marzo 2005